domingo, 11 de octubre de 2009

... Y NO DEFRAUDÓ

Hace excasas horas que acabé de dar buena cuenta de la Paris - Tours, transliterada y visualizada por un servidor como la Clasica del silencio, y vuelvo a la carga , esta véz de manera cronologica y en primera persona, algo inhabitual en este blog, pero pienso que la ocasión bien lo merece.
Trás una noche ajetreada, si por ello atendemos a todo el follón que resulta, recalar información, el recopilar datos, examinar palmarés, constatar fechas, encontrar la foto idonea y un largo etcetera, para intentar trasladarles de una manera exahustiva, por defecto y gusto, una percepción personal del ciclismo. En fín, como les digo ponia punto y final a la anterior entrada, hace excasamente 8 horas.
La mañana, una más, invitaba a salir a pedalear debido al buen tiempo reinante en la capital, pero el cansancio psiquico y fisico, de la noche anterior me lo impedia. Desayunaba y como siempre que una grán Clasica se avecina, se apodera de mi cierta ansiedad, por que llegue el momento de sentarme frente al televisor, o en su defecto ante este ya 'betusto' ordenador, para seguir el evento.

Paris - Tours, es una carrera tildada para velocistas, pero a mí me sigue encándilando, debido a que gracias a las ultimas cotas del trazado -Cote de l'Epan, Cote du Pont Volant y Cote du Petit Pas d'An -, la prueba puede escapar de las garras de los 'velociraptores', como ha pasado en recientes ediciones, sín ir más lejos el año pasado, con la portentosa exhibición de Philippe Gilbert, en la rectilinea Avenida de Grammont.
Antes de que llegara el ansiado momento televisivo, de las 3 de la tarde, ojeaba algún streaming, la situación era previsible. Por delante un grupo de diez hombres conformado por, Martin Elmiger, Cédric Pineau (AG2R - La Mondiale), Mathieu Ladagnous (Française des Jeux), Damien Gaudin (Bbox - Bouygues Telecom), Jean-Luc Delpech (Bretagne - Schuller), Jonathan Thiré (Auber 93), Mathew Hayman (Rabobank), Aart Vierhouten (Vacansoleil), Tom Veleers (Skil - Shimano) y Laszlo Bodrogi (Katusha), ospiciaban una renta de poco más de 7 minutos sobre el pelotón.

Ya frente al televisor, 'en compañia' de Antonio Alix -comentarista de Eurosport-, la carrera seguia discurriendo según lo previsto, y los diéz aventureros iban viendo como mermaba su ventaja con el paso de los kilometros, a pesar de que no aparecian en cabeza de pelotón, el Garmin de Tyler Farrar y sobre todo el poderoso Columbia del gérmano André Greipel. Tal es así, que ni rastro de ellos durante toda la carrera, cuando a priori eran los llamados a trabajar, para echar abajo la escapada. En su defecto lo harian, Silence - Lotto , Quick Step y Landbouwkrediet.
Llegaba el momento decisivo, de los ultimos 10 kilometros con una exigua ventaja del grupo delantero, del que Tom Veelers (Skil - Shimano) saltaba para cojer unos metros de ventaja sobre sus compañeros de fuga. Cuando a falta de 8 para meta, y con Veelers practicamente a antojo del ya deslabazado pelotón, irrumpia en la corta pero exigente cota de l´Epan, Greg Van Avermaet (Silence - Lotto) con Tom Boonen (Quick Step) soldado a su rueda. Instantes despues, llegaban por detras el sloveno de Vacansoleil, Borut Bozic y el vencedor del año pasado Philippe Gilbert (Silence - Lotto).

La situación era ideal para Lotto, con dos integrantes en el cuarteto, por lo que Van Avermaet se vacio durante 2 kilometros, en beneficio de Gilbert. El joven trás su encomiable esfuerzo, acababa descolgandose, quedando en cabeza de carrera un trio de muchos kilates, y con la velocidad como denominador común entre ellos, para encarar los ultimos 5 a meta.
Por detrás tán solo Pozzato (Katusha), hacia el valdio esfuerzo de dar caza al trio cabecero, por lo que todo estaba servido para el desenlace final. De nuevo Philippe Gilbert, se veia con opciones de victoria en la Avenida de Grammot, eso sí, con rivales de mayor empaque que el año anterior. Por lo que 'la cosa' se presentaba emocionante, dada la calidad de los contrincantes.
Y tanto que lo fue, ya en recta de meta la vigilancia al hombre se cernia de manera palpable, dotando de incertidumbre el desenlace final.

El astuto Gilbert, se ponia a rueda de Boonen, pasando a ocupar la tercera plaza del grupo, y a 300 metros de meta lanzaba un demarraje a izquierdas demoledor, a Boonen le asolaban las breves pero cruciales dudas, de salir trás el valón, o seguir a rueda de Bozic. Optó por esta última, pero viendo la nula capacidad de sprintar del corredor de Vacansoleil, intento reaccionar pero ya era demasiado tarde, y Gilbert revalidaba su triunfo un año despues, además de adjudicarse su segunda victoria, en apenas trés dias, confirmando así, la buena disposición de él y su equipo, en este final de temporada.
Alix, despedia la retransmisión dejando con la palabra en la boca a Gilbert, por lo que no pudimos ver la entrega de premios, pero entonces volvi al 'betusto' ordenador, para no perder ripio de la primera prueba de Superprestige, desde Ruddervoorde, en la que seguí disfrutando de otra exhibición, esta véz por parte de otra eminencia, Sven Nys, que daba buena cuenta de 'el abobinable de Bonheiden', Niels Albert, intratable hasta entoncés.
Que más se puede pedir, a falta de un buen espectaculo, dós. A pesar del cansáncio acumulado, y estos ojos que me escuecen y cierran, ha valido la pena contarles las vivencias, de un domingo cualquiera, desde un lugar inhóspito cualquiera, y todo por que la tarde de ciclismo, como preveia, no defraudó.

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